Comprar una casa es uno de los pasos más importantes que damos en la vida. Si estás en pleno proceso de búsqueda para cambiar de hogar o adquirir tu primera vivienda familiar, esta guía está pensada para ti. Y si además quieres que tu nuevo hogar sea un lugar de equilibrio, salud y bienestar, aplicar Feng Shui puede marcar la diferencia.
Cuando elegimos una casa no solo estamos comprando ladrillos y paredes: estamos eligiendo la energía que nos va a acompañar durante años. Y eso influye directamente en nuestro bienestar, en la armonía familiar y en cómo fluye nuestra vida cotidiana.
El Feng Shui nos ayuda a analizar y elegir un hogar donde la energía fluya de forma saludable, creando un espacio que nos sostenga y potencie. Porque un hogar bien elegido no solo es un refugio físico, también es un refugio energético.
Mi consejo siempre es el mismo: si puedes, cuenta con la ayuda de un profesional desde el primer momento.
Una consultora de Feng Shui te acompañará en todo el proceso de búsqueda, revisando cada detalle para asegurarte de que eliges una casa que vibre contigo y con tu familia.
Pero si prefieres hacer una primera selección por ti misma, aquí te comparto las claves esenciales que debes tener en cuenta.
Antes de decidirte, intenta saber por qué la venden. Si es por crecimiento familiar o por mudanza a una casa mejor, ¡genial! Si hay historias de problemas económicos, enfermedades o separaciones complicadas, mejor sigue buscando.
El entorno condiciona mucho la energía. Observa qué hay cerca: evita cementerios, vertederos, autopistas y busca la cercanía de parques o zonas verdes. Da un paseo por la zona para observar con tus propios ojos: el entorno siempre te cuenta cosas.
La naturaleza no engaña. Si ves árboles fuertes y plantas sanas, es buena señal. Si todo está seco, enfermo o mustio, la energía puede no ser la mejor.
Casas rectangulares o cuadradas son más estables energéticamente. Las formas extrañas o desequilibradas pueden traer complicaciones. ¡Y ojo con los edificios aislados o muy altos sin apoyo alrededor!
No solo importa la casa, sino también lo que hay a su alrededor. Si las casas vecinas están bien cuidadas, eso suma. Si están descuidadas o deterioradas, es mejor pensarlo dos veces.
La puerta principal es clave. Debe ser visible, accesible y sin obstáculos delante. También es mejor si la calle está a nivel o un poco más baja que la entrada.
El agua delante de la casa (como un lago o fuente) suele ser muy favorable. Detrás, puede generar inestabilidad. Presta atención a estos detalles.
El centro debe estar libre, sin escaleras, baños o chimeneas.
La cocina y el baño deben estar separados.
Nada de baños justo enfrente de la puerta de entrada.
Vigila vigas o esquinas agresivas.
Tu intuición importa, pero recuerda: a veces nos sentimos atraídos por lo que conocemos, incluso si no es lo mejor para nosotras.
Escucha tu intuición, pero también revisa los detalles con calma.
Y si necesitas ayuda para analizar una vivienda en profundidad, no dudes en contactarme. Estoy aquí para acompañarte en este camino tan emocionante.
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